Continuamos con la serie de post basados en el libro: Las 22 leyes inmutables del marketing. El día de hoy hablaremos de la sexta ley: la ley de la concentración. Acompáñanos una vez más a descubrir estas maravillosas leyes.
Como en las ediciones anteriores, conozcamos un poco de la concentración antes de entrar en contexto. Por su parte, la concentración tiene una gran relevancia dentro de cualquier estrategia de marketing.
¿Qué es la concentración?
Es definido por los psicólogos como el estado de una persona que fija el pensamiento en algo, sin ninguna distracción. Esto quiere decir que las personas logran fijar su atención sin nada que las disperse.
Además, todos los seres humanos pasamos constantemente por este estado. A veces lo hacemos de forma consiente y otras de forma inconsciente. Ahora que conocemos un poco de la concentración, es hora de conocer de la ley.
La ley de la concentración
En reiteradas ocasiones, los consumidores relacionan una marca determinada con factores muy específicos. Esos factores pueden ser: un color, una imagen e incluso una palabra. Cuando ocurre este fenómeno, se debe a que la campaña de marketing está funcionado en su totalidad.
Sin embargo, no todo es tan fácil. Para lograr resultados exitosos se debe trabajar muy duro y sobre todo tener paciencia. En muchas ocasiones querrás dejar todo atrás, pero otras veces querrás continuar. No te preocupes, todo esfuerzo tiene su recompensa.
Así pues, es importante que una marca esté siempre presente en la mente del consumidor. Quizá no es fundamental ser líderes para los clientes, pero sí estar posicionados en su cabeza. Estar dentro de su abanico de posibilidades es muy importante.
La concentración es un factor decisivo a la hora de realizar una compra. Siempre existirán productos similares o con algunas mejoras. Sin embargo, la concentración del consumidor debe dirigirse siempre hacia tu marca.